Creātūra et


Serpēns

Dīlūcēscit. Sōlis lūx potēns herbam, folium et Creātūram lavat. Terram calefacit ergo āqua et cutis sunt tepidae. Dīes incipiet cum excitabit vītam. Inter rōrem, surget primus cōnspectus. Serpēns quae excitat viam sequitur, ducitur per cor et caecam ratiōnem eam. Ea scandit pectum eius per terram ūmidam adhūc, in altō silentiō. Cōnspectū praemissō, anima eius scit vīam. Tarda, Serpēns movet.
Ella, la Creatura, despierta. Respira, lentamente, el perfume de la tierra. A solas, la mañana encuentra su cuerpo desnudo bañado por la luz dorada. Su mirada, distante, cuenta historias anteriores al tiempo. Las cuenta a quien escuche: a las plantas, el viento y las otras creaturas. Creaturas como ella, iguales y distintas.
“In arbore, reperiēs Creātūram”, canunt in chorum Cupīdō et Fatum, intrā caput Serpentis. Prōcedere, semper prōcedere.
Dīes excitat, excitat ea, excitat corpus eius. Votum etiam excitat, appetitus. In somnia reperit magnam arborem et frūctūs. Peditēs albae Creātūrae sciunt ubi est arbor in hortum, Nox antiqua susurrābit eās. Prōcedere, semper prōcedere.
Cor reperit antequam cōnspectum. Sicut marmor albus lapis immortālis. Corpus eius est quam nullus, in plūre quam ūnō sēnsū: plantae, colōrēs et aliquae creātūrae nōn videntur sīcut ea. Cōnspectus excitat nunc.

Manus in manum, illa in aliam sub arbore, corpora coniuncta sunt. Rēs bīna, prīma et immortālis: ad aeternum. Incipit nunc orbis, incipit nunc historia, vōcēs suas dicunt in chorum:
Sē spectant.  « Tempus quidem desinit. Vita, vita vera, incipit nunc », cogitat Serpens. Et ea? Quid cogitat Creātūra? Serpēns nunquam sciet. Silentium et cōnspectus. Creātūrae inclūdent mystēria lapidis. Creant orbem, scribunt fabulam, incipiunt vitam.

Creātūra, Cōnspectus, Serpēns: sē convēnērunt. Ēventus prophētātus est, scrīptus est in librum Fatī. Venī, cōnspectus imperat. Serpēns paret. Cum tenuī et mollī linguā eius ōsculat utramque partem cute quam ascendit, cute quam habitat. Primum excitant ob contactum alterīus, corporibus eārum. Cōnspectūs excitant ante aliam, solus cōnspectus primō tempore.
Digitī subtīlēs Creātūrae extendunt ad frūctum quī crēscēbat tantum eius. In somnia, ea arborem sēvit. Hīc est terra eius, venter eius, orbis eius. Frūctus, cum manibus comparātur, lucet. Magīa per contāctum: lūx illuminat stellās. Aliquis aspicit. Ea sinit vigilārī. Illa aspicit eam vigilāre.
a bedtime story
ENRIQUE LUGO: Me habías pedido que te contara la historia de Adán y Eva como yo la entiendo. Creo que uno de los principales puntos para contar la historia de Adán y Eva es el inicio de Eva. En muchas versiones judeocristianas la tienen como una mujer creada a través de la costilla de Adán; pero muchos textos, muchos Génesis tienen esta idea de dos seres creados al mismo tiempo a través de la arcilla. Los persas, por ejemplo, tienen un imaginario muy interesante del pariri: es la raíz del paraíso, el origen de él, y se ilustra como un árbol en una mano, y dos humanos: un hombre y una mujer abajo. En ese sentido la versión judeocristiana es una de las únicas en la que la mujer sale del hombre. Entonces yo creo que, para contar la historia de forma correcta, habría que mezclar un poco el origen de Eva con el de Lilith, donde Lilith nace al mismo tiempo que Adán; y Adán la rechaza. En ese sentido, deberíamos empezar a poner atención en la conducta de Adán; pero me estoy adelantando. Entonces, no tendríamos
Amanece. La luz poderosa del sol baña pasto, hoja y Creatura. Calienta la tierra, entibiece agua y piel. El día comienza, despierta la vida. Se levanta, entre el rocío, la mirada. Atenta, la Serpiente sigue su camino, guiada por su corazón, su ciega razón. Desliza su largo cuerpo por la tierra aún húmeda, en concentrado y profundo silencio. Mirada al frente, su espíritu conoce el camino. Lenta, la Serpiente avanza.
Illa, Creātūra, excitat. Tardē spīrat odōrem terrae. Sola, māne reperit nudum corpus eius cinctum aureā lūce. Visum eius remōtum nārrat fabulās priorēs tempore; illa scit eās nōn nārrātās esse. Nārrat ad quem audīre vult: plantās, ventum et āliās creātūrās. Creātūrae sunt ut eam: aequae, sed dissimilēs.
que considerar a Eva cómo nacida de la costilla de Adán: eso me parece ofensivo y un tanto absurdo, aunque todas las historias religiosas son mayormente absurdas, pero es en el simbolismo donde dejan de ser absurdas y entonces empiezan a significar algo para la gente que cree en ellas. Y por eso me parece tan irresponsable considerar a Eva como un offspring, una creación de la necesidad de Adán y de un Dios que solo escucha al hombre y no a la mujer. Eso viene un poco de la tradición judía, donde al parecer costilla y tropiezo comparten una raíz similar. Al parecer, cuando se empiezan a hacer estas tempranas traducciones de la Biblia y de los mitos hebreos, se convierte a costilla. Y eso les encantó. Entonces deberíamos considerar tanto a Adán y a Eva como iguales. Si no los consideramos como iguales, y consideramos a Eva como un desprendimiento de Adán, dejamos de ver la conducta de Eva que nos dice mucho de las razones que hay atrás de sus acciones. No quiero caer en
generalidades de— vaya el pleonasmo— género, pero sí creo que es una conducta muy masculina la de Adán y muy femenina la de Eva, en el sentido en que, mientras que Adán sólo se conduce por la voluntad de Dios nunca cuestiona, Eva es mucho más analítica. Y no quiero decir que todas las mujeres sean analíticas y no quiero decir que todos los hombres solo se dejen guiar, pero al menos ahí se están presentando unos arquetipos de género a través de la religión.

Cuando vemos la conducta de Eva podemos ver ciertos señaladores que nos indican que Adán implica una posición mucho más dura. Me parece que es Uriel o Gabriel, no me acuerdo, el que baja en nombre de Dios y da la ley de Dios a Adán. Adán se enoja con Eva y Eva está fuera de este consejo que le da el ángel. En ese sentido
En el árbol encontrarás a la Creatura, dicen a coro el Anhelo y el Destino en la cabeza de la Serpiente. Adelante, siempre hacia adelante.
Despierta la mañana, despierta ella, despierta el cuerpo. El deseo también despierta, el apetito. En sueños, un árbol grande, su fruto. Los blancos pies de la Creatura saben dónde en jardín está el árbol, se los ha susurrado la antigua Noche mientras dormían. Adelante, siempre hacia adelante.
El corazón la encuentra antes que la mirada. Blanco mármol, pálida piedra inmortal. Delicada figura, miembros finos y elegantes como sí mismos. Cuerpo como ninguno: como las flores, como los colores del atardecer. Creatura única, primera primavera, despertar verdadero de la mirada.
Los finos dedos de la Creatura se estiran para alcanzar el fruto que ha crecido solo para ella y su deseo. Ella, en sueños, lo ha plantado. Esta es su tierra, su vientre, su mundo. El fruto, en contraste con el blanco de su mano, brilla. Magia por contacto: luz que ilumina las estrellas. Alguien la observa. Ella, se deja observar. Ella observa a quien la observa.
podemos interpretar en Adán una tendencia a hacer a un lado a Eva, a no escucharla, y eso debería ser el principio masculino, encarnando un principio mucho más visceral, una naturaleza mucho más masculina, y no en el sentido tradicional. Cuando tienen esta pelea en particular, Eva tiene un sueño dónde es tentado por la serpiente, y cuando quiere hablar con Adán, Adán se siente celoso. Y lejos de escuchar de voz de Eva su preocupación, decide enojarse y hacer un display de celos.

Pero el problema, y creo que es uno de los puntos esenciales para entender la historia desde otro punto de vista, es que el ángel, en ausencia de Eva, le dice Adán que tiene que obedecer la ley divina, que no debe ser tentado, que tiene que obedecer, que está en el mantener el orden cómo está impuesto: su felicidad, su tranquilidad, etcétera. Pero Eva no está ahí. Adán recibe la orden y Eva no recibe ninguna orden de Dios. Entonces Eva a estar vagando por el jardín sola. Solo vemos a Eva dos veces sola: al inicio cuando Adán la encuentra en el paraíso, y después, en este momento, cuándo Adán ya fue grosero con ella. Cuando está en soledad, Eva se permite ser curiosa, Eva se
permite explorar. Eva es un ser sumamente curioso. A Adán no le interesa cuestionarse nada y a Eva sí. Por ejemplo, Mark Twain lo señala muy bien en Diarios de Adán y Eva: Eva se fascina con la naturaleza, se fascina con las plantas, le quiere dar nombre a todo y está en ella la potencia creadora de lenguaje de nombrar, del entendimiento. Y por otro lado tenemos al siguiente personaje que se inserta en la historia: Lucifer. Lucifer, ya no en su Potencia de ángel, sino en su potencia intermedia. No es un ángel y todavía no es Satán Es únicamente Lucifer: es el ángel en plena rebelión y él sabe que tiene que tentar Adán y Eva sabe que están estás criaturas. Y cuándo va en camino en forma de serpiente, cuando se va abriendo paso entre la hiedra, ve a Eva, a quién ya había tentado en sueños, claro. Además, los sueños son está dimensión relativamente erótica; y digo relativamente porque tiene que haber consentimiento y si una de las dos personas está dormida, no hay consentimiento. Pero la vuelve a ver y cuando —al menos en Milton, que nos da una voz interna a Lucifer— podemos identificar súper claramente cómo se le va la onda. En el momento en el que ve a Eva en el pie del árbol, él olvida su soliloquio, el olvido sus ganas de vengarse, sólo por un momento, sólo por un momento.

Incluso, por ejemplo, la versión de Pablo Auladell, la versión cómic, literal dice “podría incluso amaros”, lo dice en plural. Pero ese “amaros” a mí me parece que puede ser entendido cómo un singular en inglés: “I could even love you”. Ése “you” no designa ni singular, ni plural. Entonces, es en este momento dónde la serpiente tienta a Eva, donde se da una muy momentánea unión entre la potencia masculina y la potencia femenina; donde la masculina es intelecto y la femenina es curiosidad,
Se miran. El tiempo se detiene. La vida, la verdadera vida, comienza ahora, piensa la Serpiente. ¿Y ella? ¿La Creatura que piensa? La Serpiente nunca lo sabrá. El silencio y la mirada de la Creatura encierran los misterios de las piedras, crean mundos, escriben historias.; florecen las flores, comienzan la vida.
donde la masculina es fuerza y es enojo, y la femenina es compasión y amor. Esto esencializa un poco, sí, pero es mucho más orgánico que simplemente un hombre que busca ser obediente y que quiere tener ahí a su mujer como un desprendimiento de sí.

Una visión donde la raza humana nace de la conjunción entre la curiosidad y el intelecto, entre la compasión y la fuerza, es mucho más correspondiente a una visión como la del rebis o la de la apoteosis, que a la de un hombre y una mujer carnales donde no hay ninguna potencia. Es ahí donde existe en realidad una unión, y en ese sentido, si yo hubiera escrito la Biblia, yo terminaría el relato justamente ahí: en la unión entre Eva y Lucifer; Lucifer en su forma de serpiente, no porque engañe, sino porque hasta cierto punto Lucifer sigue en contacto con su animalidad. Aunque como él es el shape-shifter, el cambiador de formas, y también embona un poco con esta visión de Loki como “El señor de las formas”. También tenemos que entender la manzana, como tú y yo hemos hablado varias veces, como este conocimiento, esta transmisión. La herramienta de la manzana no sirve con Lucifer solita, no le sirve de nada porque necesita esta herramienta para comunicar a Eva.

Nada más como corolario o epílogo, y regresando un poco a la versión original, yo sí
mencionaría que Adán en todo momento recibe la orden de no pecar; y es Adán quién decide tomar la manzana de manos de Eva; y es después de que Adán muerde la manzana que Dios se enoja y envía los ángeles a sacarlos a patadas. En realidad, en ningún momento Eva recibe la orden de no comer de la manzana, por lo que nunca desobedece. El que desobedece es Adán, pero la historia nos cuenta que la que tentó fue ella, que la que pecó fuer ella. Y tanto ángeles como seres humanos tenemos esa naturaleza creativa, esta naturaleza curiosa que no es en sí misma mala; es mala cuando tenemos una orden de no escuchar a nuestra curiosidad; es mala cuando no somos escuchados por aquel a quien le queremos comentar nuestra historia, nuestras dudas, nuestros miedos. Y en ese sentido, Adán representa lo peor de la raza humana: ignorancia, cero empatía, ser posesivo; y Lucifer representaría una parte en contraposición, y Adán es una contraposición a Eva, pero Eva y él no son contradictorios: son complementarios. Lucifer es contradictorio a Adán, entonces, yo solo creería que ver la historia, la misma historia desde otro punto de vista, puede cambiar la perspectiva que tenemos sobre ella y particularmente las implicaciones políticas qué hay detrás de él. Fin

Creatura, Mirada, Serpiente: se encuentran. Acontecimiento profetizado, escrito en el libro del destino. Acércate, ordena su mirada. La Serpiente obedece. Con su fina lengua y suave piel besa centímetro a centímetro la piel que escala, la piel que habita. Despiertan, por primera vez, el uno en contacto con el otro, los cuerpos. Despiertan sus miradas, una frente a la otra, una sola mirada, por primera vez.
Mano en mano, el uno en el otro, bajo el árbol, los cuerpos se unen. La cosa doble (Res Bina), primigenia, inmortal, una sola, por primera vez: para siempre. Ahora comienza el mundo, ahora comienza la historia, dicen a coro sus voces:

FIN.

historia nostra.
nuestra historia.
[amen].

*Esta página fue elaborada por Estefanía Sánchez (steppenlolita.wixsite.com/home/) a partir de una historia creada por Enrique Lugo (lenriquelugog@gmail.com), de quien también se toma la glosa. La escritura de la historia en Latín fue supervisada por María Alanís Corral (mariaac@gmail.com). Ninguna de las imágenes pertenece a lxs colaboradorxs. El crédito de las imágenes es de sus autorxs correspondientxs.